Este 10 de septiembre, coincidiendo con el primer aniversario de la desaparición física de José Pablo Navarro Campa, Primer Maestro del Ron Cubano, se lanza en la red social Facebook por la Corporación Cuba Ron S.A., una página dedicada a los saberes de tan importante Movimiento.
Coincidiendo con el primer aniversario de la desaparición física del Primer Maestro del Ron Cubano, José Pablo Navarro Campa, este 10 de septiembre, lanzamos un nuevo perfil en la red social Facebook dedicado a los saberes del Movimiento de Maestros del Ron Ligero Cubano, declarado Patrimonio Cultural de la Nación desde marzo de 2016.
Vinculados por décadas al oficio de la creación artesanal y fabricación de nuestro espirituosos, quienes ostentan hoy tan especial distinción, devienen justa garantía para conservar y potenciar la ventaja competitiva de nuestros principales productos, en la medida que aplican al sabor líquido de lo cubano toda su rigurosidad científico-técnica y cultural.
«Estás trabajando con percepciones sensoriales que van más allá de las especificaciones físico-químicas o parámetros tecnológicos», afirma el Primer Maestro y líder del Movimiento Juan Carlos González, de ahí que el maestro deba conocer además, «los perfiles sensoriales de todo lo que hay dentro de su fábrica: desde el aguardiente hasta las bases añejas más complejas y saber cómo mover todo eso para lograr determinado resultado».
Ese es el Arte del Maestro, asegura también el profesional, depositario de una herencia cultural que ha sido transmitida a lo largo de generaciones.
Tras el objetivo de fortalecer la tradición y hacerla más visible y cercana a los amantes de los espirituosos a nivel mundial, la Corporación Cuba Ron S.A. concibe para este público la nueva fanpage en Facebook, que apoyará con sus contenidos la campaña de comunicación dirigida a que los Saberes de nuestros Maestros apliquen para integrar la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, otorgada por la UNESCO.
El espacio digital, aspira al posicionamiento de atractivos productos concebidos desde un enfoque multimedial, con variedad de propuestas, que en versiones adecuadas se compartirán además en formatos para Twitter (@CubaRonSA), Telegram (CubaRon S.A.) y una vez creado, nuestro canal de YouTube.
Fidelizar e interactuar con una comunidad interesada en el diverso portafolio de la Corporación es otra de las prioridades, demostrando que el Movimiento de Maestros Roneros es un ente vivo y cultural.
El comportamiento ético también es un deber
La integridad que debe poseer un Maestro del Ron Cubano en su dimensión social y profesional, es otra de las condiciones que distinguen a los hombres y mujeres de la industria ronera en la Isla.
«Se es maestro ronero en todo momento de la vida: en tu casa, en el barrio, en la fábrica, en el extranjero, o donde quiera que estés», ha contado igualmente el Primer Maestro Juan Carlos González, quien presume siempre de ese orgullo nacional, cuando afirma que sí se produce ron en muchos lugares del mundo, «pero a la manera de la Isla… ¡eso es otra cosa!...».
Debe entonces corresponder los saberes y la conducta del Maestro con la cultura que encarna, donde la cubanía es baluarte primero, expresado en su historia, condiciones geográficas y naturales.
Lo ha dicho en esencia la primera mujer cubana en alcanzar la categoría de Maestra Ronera, Salomé Alemán Carriazo, al ratificar que nuestro ron ha estado presente en cada una de las etapas histórico-culturales que ha vivido el país. «Por tanto su mezcla es también la mezcla de nuestro mestizaje. Es Patrimonio, es transmisión cultural, siempre desde el consumo responsable».
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De acuerdo con el reglamento del Maestro del Ron Cubano establecido por el Ministerio de la Industria Alimentaria (MINAL), la alta calificación y capacidad para interpretar y conducir los procesos durante la producción de destilados, el añejamiento natural y los tratamientos de corrección, son características ineherentes a estos expertos, cuyo núcleo central lo conforman ahora mismo 9 maestros y 5 aspirantes.
Por sus saberes, declarados hace un lustro Patrimonio Cultural de la Nación, alcanzan entre su colectivo alto grado de respeto y admiración, y con su equipo trabajan, discuten tareas y se enfrentan a los problemas inmediatos de la industria, colegiando soluciones a pie de obra.
¿El producto final?: verdaderas joyas del sabor líquido de lo cubano, para que en esa dimensión del disfrute responsable conceptualizada por Don Navarro, muchos tomen un poquito con altísimos estándares de calidad.