La existencia de productos acumulados por largo tiempo en naves de almacenamiento ha provocado gastos notables por concepto de arrendamiento y recogida de desechos sólidos para la Ronera Santiago de Cuba. Esto motivó a buscar una solución y como parte de la implementación de las Tareas Vida y Ordenamiento se desarrolló un programa para aportar valor agregado a los productos ociosos o de lento movimiento.
Todas aquellas mercancías que no eran reutilizables en la industria fueron puestas a disposición de producciones alternativas. De tal forma se inició un encadenamiento productivo entre las industrias locales contribuyendo a la sustitución de importaciones y el desarrollo económico de la provincia.
En este sentido, se crearon convenios con el Fondo Cubano de Bienes Culturales e Industrias Locales a los que se les vendió materiales para reutilizar en artículos artesanales. La Industria Alimentaria y de Comercio se benefició con soportes de cartón, nylon y papel para garantizar la continuidad en la entrega de alimentos a la población.
El proyecto de la ronera oriental fue mucho más allá, pues su concepción de valor agregado no solo fue desde el punto de vista económico, sino social. La vinculación del sistema reeducativo penitenciario de mujeres y del sistema provincial de educación al proyecto trajo consigo la generación de empleos y el desarrollo de juguetes y artículos didácticos para los círculos infantiles y escuelas de la ciudad.
Entre los aportes más relevantes del programa implementado por la Ronera Santiago de Cuba está el desarrollo del capital humano y el impacto medioambiental. De una forma u otra todos los trabajadores de la fábrica se implicaron y dejaron su huella en la confección de artículos decorativos a base de productos reciclados.
Igualmente, se previno el desuso de materiales potencialmente útiles, se redujo el consumo de nueva materia prima y energía, se disminuyó la contaminación del aire (a través de la incineración) y del agua (a través de los vertederos), así como las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con la producción de plásticos.
NOTA: La presentación oficial de este programa para aportar valor agregado a los productos ociosos o de lento movimiento ocurrió durante la visita realizada a la Ronera Santiago de Cuba por directivos de Cuba Ron S.A. y del Ministerio de la Industria Alimentaria, así como el primer maestro y líder del movimiento de Maestros del Ron Cubano.

